La muralla esta formada por cuatro
muros paralelos rellenos de tierra y piedras,
alcanzando un espesor de casi cuatro metros. Una torre central
de planta cuadrada y dos torres semicirculares
potencian su defensa, confiriéndole un aspecto
imponente de fortaleza inexpugnable. Como elementos
potenciadores de la defensa, la muralla se inclina formando
un ángulo en cuyo vértice se sitúa
el acceso, facilitando la defensa del mismo desde las
torres central y oeste, que lo flanquean. De la torre
oeste sólo se conserva el arranque ya que el
resto de la estructura ha desaparecido como consecuencia
de la erosión natural del terreno.