Pendiente de estudio y a falta de
excavación, conserva en superficie restos de
muros y fragmentos cerámicos muy dispersos. No
obstante conocemos tres piezas de interés que
nos permiten su adscripción cultural y cronológica.
Se trata de una urna bicónica
de carena acusada, provista de un asa de cinta plana
y cerámica de cocción oxidante, cuya tipología
es semejante a otras piezas datadas en un amplio horizonte
que va del Bronce Medio al Bronce Final I o II. Junto
a esta pieza se cuenta con dos toscos morillos,
de cuerpo macizo y redondeado dotados de los orificios
correspondientes para recibir las varillas de la parrilla.
Dominando todo el conjunto, con
unas condiciones de visibilidad muy estratégicas,
se encuentra una elevación cónica de unos
250 metros s.n.m. en la que se ubica un asentamiento
de la Edad del Bronce, hasta el momento el más
antiguo de la zona.
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