Los restos estudiados han permitido 
                          identificar el consumo de un número mínimo 
                          de 12 especies entre las que están representadas 
                          especies arbóreas, arbustos y matorrales. Entre 
                          las especies arbóreas se encuentran el pino carrasco, 
                          el pino albar negral y el álamo. Entre las arbustivas 
                          el lentisco, el espino negro/aladierna, el tamarisco 
                          y la leguminosa. Por último los matorrales están 
                          representados por el romero, una cistácea y una 
                          quenopodiácea. Una mención especial merecen 
                          la encina-coscoja y los sauces, entre los que podemos 
                          encontrar englobadas tanto especies arbóreas 
                          como arbustivas. La determinación a nivel de 
                          especie no es posible en estos casos.
                          En este conjunto de taxones destacan los árboles, 
                          arbustos y matorrales termomesomediterráneos 
                          que prosperan en diversos tipos de comunidades vegetales. 
                          Entre éstos tienen una presencia significativa 
                          los taxones propios de ambientes salados, como el tamarisco 
                          y la quenopodiácea. Por otra parte el pino carrasco 
                          y el lentisco evocan formaciones forestales abiertas, 
                          donde el estrato arbóreo sería mínimo. 
                          La coscoja podría haber formado parte de estas 
                          comunidades. El pino albar-negral, en cambio, prospera 
                          en ambientes de umbría y de mayor altitud. Destaca 
                          también la presencia, aunque marginal, de los 
                          taxones de ribera, álamo y sauce, que indicarían 
                          el aprovechamiento de los bosques galería próximos 
                          a los cursos de agua. En definitiva la recolección 
                          de la madera se habría llevado a cabo en diferentes 
                          comunidades vegetales de la zona, entre las que se explotaron 
                          principalmente pinares, matorrales y bosques de ribera.
                          Pese a la diversidad de taxones documentada en el yacimiento 
                          cabe señalar que estos no se aprovecharon por 
                          igual (tabla 2, figura 1). Los taxones mejor representados 
                          son el tamarisco, el romero y el pino carrasco; entre 
                          los tres suman el 75% de los restos determinados. Le 
                          siguen en importancia lentisco y sauce, que representan 
                          alrededor del 14% de los restos entre los dos. El resto 
                          de taxones está representado de manera marginal, 
                          lo que indica que fueron aprovechados de manera esporádica.
						
